La vibración

La vibración aplicada en cualquier parte del cuerpo de hombre o de mujer puede ser un factor de estimulación y de obtener placer muy importante. Los estilos de usar un juguete vibrador pueden ser muy variados, por ello cada persona puede darle un uso muy personal de acuerdo a su manera de entender y de vivir el placer.

Cuando tenemos actividad erótica, si exploramos los efectos de la vibración por los diferentes rincones del cuerpo podemos descubrir sensaciones variadas de placer. Pero también podemos darnos cuenta de que en ciertas zonas, y/o en ciertos momentos, no nos resulta agradable. Para descubrirlo, es necesario probar y explorar por todo nuestro cuerpo, buscando aquello que nos gusta, probando si nuestras zonas erógenas son sensibles a la estimulación con algún juguete que vibre.

Y si tenemos suerte, aún le podemos sacar mayor placer  si es nuestra pareja la que nos aplica esa vibración. Pero también podemos ser nosotras/os las/os que disfrutemos aplicando el juguete sobre su cuerpo.

Hay que tener en cuenta que disfrutar de la vibración puede requerir un aprendizaje: explorar en qué zonas nos gusta aplicarla, con qué intensidad y en qué momento.
Si nunca hemos incorporado accesorios a nuestras relaciones, es cierto que usar un juguete vibrador en un encuentro erótico puede requerir un período de adaptación. Pero las posibilidades de placer  pueden aumentar con la vibración, ya seamos hombre o mujer, o ya sea en solitario o en compañía.

 

La vibración puede estar envuelta por diferentes materiales y la podemos encontrar en muy diferentes accesorios con formas muy variadas, unas están pensadas para penetrar las entradas del cuerpo y otras no.
La energía necesaria para que los accesorios vibren, puede ser generada por diferentes tipos de pilas, o con baterías recargables en la red eléctrica. Aunque son muy excepcionales, algunos se cargan con energía solar.
Algunos juguetes con forma de penetradores, tienen movimiento de rotación, para estimular las paredes internas en una penetración. También hay otros que tienen en la punta un pequeño movimiento de mete-saca.

Hay personas que dan importancia al ruido que emite la vibración, bien porque les desconcentra, bien porque no les gusta que les puedan escuchar desde otras habitaciones o viviendas, el caso es que es un factor a tener en cuenta a la hora de elegir.
Otro asunto a valorar, es la intensidad de la vibración, y qué posibilidades tiene. Podemos encontrar:
*Vibración con intensidad fija, no regulable.
*Vibración con intensidad graduable.
*Vibración “a ritmos”: en la misma posición varía la intensidad.
Por todo ello, es recomendable que pidamos al vendedor/a que nos muestre el funcionamiento antes de hacer la compra.

Para evitar contaminar el entorno, recomendamos que aquellos juguetes eróticos con vibración que dejen de funcionar, sean entregados en “puntos limpios” de recogida selectiva, y al efectuar la compra es bueno tener en cuenta el tipo de pilas y baterías que necesitan.

Descubrir las sensaciones que la vibración puede  hacer sentir, es una opción más dentro de las actividades que se pueden realizar para obtener placer erótico. Si esta opción encaja en tu manera de vivir tu sexualidad y aún no la has probado, anímate a hacerlo, puedes descubrir experiencias muy interesantes tanto para ti como para las personas con las que compartes tus encuentros.

En cualquier caso ganarás una opción más de placer.

¡ATRÉVETE A PROBARLA!

Fernando Alonso
Experto Universitario en Sexualidad Humana.
Máster en Promoción de la salud sexual.
Miembro de la AES www.aes-sexologia.com

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