La salud sexual es la forma de vivir y expresar la sexualidad de una manera satisfactoria para sí misma/o y para las/los demás. Se manifiesta a través de la expresión libre y responsable de las capacidades sexuales que favorecen el bienestar personal y social.
Una persona sexualmente sana reúne las siguientes condiciones:
– Se siente a gusto con su cuerpo y con su orientación sexual.
– Se relaciona con respeto con ambos sexos.
– Sabe expresar adecuadamente el afecto y la intimidad.
– No explota ni manipula a nadie.
– Disfruta y obtiene placer con sus conductas sexuales.
– Se adapta a los cambios de su sexualidad por la edad.
– Se expresa y disfruta de acuerdo con sus valores.
– Cuida su cuerpo y pone los medios para evitar riesgos.
Las sociedades que protegen y dan prioridad a la salud sexual:
– Hacen que el Estado reconozca la salud sexual como un derecho y se hace responsable de su promoción.
– Formulan, desarrollan y ponen en práctica políticas destinadas a la promoción de la salud sexual.
– Hacen leyes destinadas a proteger los derechos sexuales.
– Promueven la educación sexual adecuada a la edad y durante toda la vida.
– Dotan de infraestructura de profesionales y agentes de la salud para resolver problemas e inquietudes. Programas de especialización en salud sexual.
– Apoyan las investigaciones adecuadas para abordar inquietudes clínicas y educativas.
– Vigilan los comportamientos, inquietudes y problemas de salud sexual.
– Logran una apertura de la cultura hacia la salud sexual.
Fernando Alonso
Experto Universitario en Sexualidad Humana.
Master en Promoción de la salud sexual.
Miembro de la AES
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